martes, 21 de mayo de 2013

MARIO BENEDETTI - SEBASTIAN SALAZAR BONDY

“…sabés muchas letras entonces. Unas veinte. Qué bien. También se luchar, ¿y vos? No mucho. ¿Querés que te enseñe? Bueno. Es mas chico, pero tiene mas fuerza, sobre todo más maña que yo. Entonces me doy cuenta. Busca introducir su mano en mi bolsillo. Al fin lo hace. Cuando la saca, el billete nuevito me raspa el pantalón. No digo nada. Me suelta. ¿Qué te pareció? Sabes luchar muy bien, ¿Quién te enseño? Mi viejo. ¿y que es tu viejo? Changador. Con razón tenés fuerza. Trabaja en el puerto. Que lindo. Bueno me voy. ¿Ya? Si, tenemos que ir a otro tablado. Chau, entonces. Chau. Se va corriendo. Me quedo sentado en un escalón bajito, gastado […] El bailarín de diez años regresa. Toma. ¿Por qué? Te los saque mientras luchábamos, pero no puedo, siempre lo hago pero esta ves no puedo. Tomo el billete nuevecito, solo esta un poco mas arrugado. ¿Cómo te llamas? Ángel, ¿y vos? Ramón. Yo tengo un tío que se llama ramón. Mira Ángel, toma los diez pesos. No, son mucha plata. Te los regalo. No quiero. Si no los agarras, los dejo aquí en la escalera. ¿Te sobra la guita a vos? A mi no, pero a mi papa si. ¿Que hace tu viejo? Tiene una fábrica y ahora va a sacar un diario. ¿un diario con chistes? Si, con chistes. Que lindo. Llevate los diez pesos. Y bueno, si tu viejo tiene tanta guita, dámelos. Toma. Chau. Chau. Me quedo sin los diez pesos, pero no importa, tuve un amigo de media hora que me los quiso devolver…” (1) 


Mario Benedetti.
Fue un 14 de septiembre del año 1920 que Don Brenno Benedetti y Matilde Farrugia le obsequiaron a la humanidad un hijo, al que por nombre pusieron Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia. Fue Uruguay, la cuna que le vio dar sus primeros pasos, a quien posteriormente se convertiría en uno de los más destacados integrantes de la llamada “Generación del 45”, en los quehaceres de la literatura, escritor, poeta, ensayista, novelista y dramaturgo. Mario Benedetti, cuño bajo el cual, desarrollo una vida no exenta de quiebres y giros vertiginosos, siendo testigos de ello países como Argentina, Perú, Cuba, España, a los que arribo en calidad de exiliado tras el golpe de estado en Uruguay de 1973. Sucediendo su fallecimiento un 17 de mayo del año 2009,



“…gripe, catarro, asma, amigdalitis y reumatismo, por decir lo menos -al cabo de los cuales la tisis pende como una espada en el extremo de un cabello- se conciertan, sin embargo, con la particularidad mas desatinada del clima: su templanza. Sin rigores, sin lluvias ni truenos, sin inundaciones ni sequias, sin nieves ni calcinaciones, solo padece regularmente de la nubosa humedad y cada medio siglo aproximadamente de un catastrófico remezón sísmico. Ese aire bien temepere, mediocre, tristón y soledoso, condiciona una psicología peculiar […] y la masa popular transcurre, debido a ella, sin grandes pasiones(o, en todo caso, ocultándolas o sublimándolas), vertida con sus dolores y sus frustráneas ambiciones en si mismo, con sus tibios odios y blandos amores que nunca detonan colectivamente, sino que se resuelven como locura, suicidio o venganza personal. Esta pasividad incluye aun a los animales, pues se a dicho que hasta los perros son en nuestra ciudad perezosisimos e indiferentes (Hipolito Unanue)…” (2). 

“…no reina en Lima la abierta controversia sino el chisme maligno, no ocurren revoluciones sino opacos pronunciamientos, no permanece el inconformismo sino que el espíritu rebelde involuciona hasta el conservadurismo promedio. La juventud imaginativa, iconoclasta y desordenada termina por sentar la cabeza. Los racistas suelen atribuir esta plana uniformidad incolora al ingrediente indígena, pero da la casualidad que es el indio el que, como lo enseña la historia, ha llevado su descontento a ala acción -reprimida ferozmente por la autoridad limeña- , y el que constituye el elemento dionisiaco de nuestra composición nacional. En tanto, el limeño sigue siendo quien acepta, con apenas una ironia en los labios o un chascarrillo contingente, los abusos de los poderosos, la impúdica corrupción de los políticos, la absolutista voluntad de la minoría voraz…”(3).


“…Nací en la calle Corazón de Jesús [cuadra 3 del jirón Apurímac], en el barrio de la Chacarilla, en Lima, al lado de la iglesia de los Huérfanos [también llamada del Corazón de Jesús], en el corazón de la ciudad. Mi hogar fue un hogar de la clase media, formado por familias que venían de la provincia, viejas familias propietarias, pauperizadas por la invasión imperialista y, también, por la vida de lujos, de pompa, de señorío aristocrático que habían llevado en sus propias tierras natales. Y también desciendo de emigrantes franceses, posiblemente, si los pruritos genealógicos de un primo mío no han fracasado, de una familia judía del ghetto de Praga. Mi padre, emigrado del norte, de Chiclayo, se hizo de una relativa posición social y económica en el comercio, que hizo crisis alrededor de 1933 con una quiebra y con su muerte…” (4) 


Sebastián Salazar Bondy. 
Aun cuando fue bajo el cielo gris de Lima que un 4 de febrero de 1924, llegara a este mundo, supo desde pequeño sacarle matices a esos nublados meses de invierno. Considerado como integrante de la generación del 50 (ubicación aun cuestionada). el periodismo, la narración, la poesía, la dramaturgia instrumentos estos en los cuales quedo el reflejo de aquella actitud escudriñadora, pero fue mediante sus "críticas", que, aunque alturadas, no ocultan esa audacia del criollo berebere limeño, trajinado entre pasajes, calles, avenidas y jirones, de lo que el bien supo graficar resumidamente en las paginas de su obra, de aún lectura obligatoria en los claustros universitarios, y en el repertorio bibliográfico de todo aquel que se considere un intelectual acucioso. Por contradictorio que parezca, Lima la Horrible (1974), remonta con inperturbable y arrogante elocuencia -que ni siquiera la incansable muerte que nos lo arrebato un 4 de julio de 1965- el discurrir del tiempo, para sacudirnos con aquella elegante irónia.

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(1).- “Gracias por el fuego”.
Editorial nueva imagen, 1965 – Buenos Aires, Argentina.
Cap. 3.
Pp.- 53.

Autor: Mario Benedetti.

(2).- “Lima la Horrible”.
Editorial inca s.a. (Peisa), Lima-Perú. 1974.
Capitulo IV.- ¿Es el azar nuestra deidad?
Pp.- 55, 56.

Autor: Sebastián Salazar Bondy.

(3).- “Lima la Horrible”.
Editorial inca s.a. (Peisa), Lima-Perú. 1974.
Capitulo IV.- ¿Es el azar nuestra deidad?
Pp.- 56, 57.

Autor: Sebastián Salazar Bondy.

(4).- “El Tacto de la araña, Sombras como cosas sólidas” Poemas 1960-1965.
Francisco Moncloa Editores S.A.1966.
Pp.- 64.

Autor: Sebastián Salazar Bondy.

Nota: la propiedad de las imágenes son de sus respectivos autores.

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