"…Yo era un niño tímido, pero seguramente también terco, como deben ser los niños; sin duda mi madre me mimaba también, pero no puedo creer que fuera tan difícil tratarme que una palabra cariñosa, un silencioso asirme de la mano, una mirada dulce no hubieran podido obtener de mí lo que quisieran.
En el fondo, eres un hombre bueno y afable (esto no está en contradicción con lo que sigue, ya que solamente hablo de la apariencia con que influías sobre mí, cuando era niño), pero no todos los niños tienen la perseverancia y la intrepidez suficientes como para buscar mucho tiempo hasta llegar a la bondad.
Tú sólo puedes tratar a un niño de la misma manera con que estás hecho, con fuerza, ruido e iracundia, y esto te parecía además muy adecuado para el caso, porque querías hacer de mí un muchacho fuerte y valeroso…” (1)
“…¿Por qué pregunta eso? ––dijo el comerciante enojado––. Parece no conocer a la gente de allí y tal vez lo interpretase mal. Debe tener en cuenta que en este tipo de procedimientos se habla de muchas cosas para las que ya no basta el sentido común, uno está demasiado cansado y confuso, así que se cae en las supersticiones. Hablo de los demás, pero yo no soy mejor. Una de esas supersticiones es, por ejemplo, que muchos pueden presagiar el resultado del proceso mirando el rostro del acusado, especialmente por la forma de los labios. Esas personas afirman que por sus labios deducen que usted será condenado en breve. Repito, es una superstición ridícula y en la mayoría de los casos refutada por los hechos, pero cuando se vive en esa compañía es difícil deshacerse de esas opiniones. Piense sólo la fuerza con que puede obrar esa superstición. Usted se dirigió a uno de los acusados ¿verdad? Él apenas le pudo responder. Hay muchas causas para quedar confuso en una situación así, pero una de ellas era sus labios. Luego contó que creía haber visto en sus labios el signo de su propia condena…” (2)
“..En suma, no se puede afirmar que Barnabás sea un criado superior. Así que podría ser uno de los inferiores, pero éstos tienen trajes oficiales, al menos cuando bajan al pueblo, no es una librea en el propio sentido del término, también presentan muchas diferencias, pero de todas formas siempre se reconoce en seguida por el traje a los criados del castillo, tú ya has visto a esa gente en la posada de los señores. Lo más llamativo en los trajes es que la mayoría de las veces son muy ajustados, un campesino o un artesano no los podría utilizar…” (3)
Franz Kafka (Praga, Austria-Hungría, 3 de julio de 1883 – Kierling, Austria, 3 de junio de 1924) fue un escritor nacido en Praga de origen judío que escribió su obra en alemán. Su obra está considerada como una de las más influyentes de la literatura universal y está llena de temas y arquetipos sobre la alienación, la brutalidad física y psicológica, los conflictos entre padres e hijos, personajes en aventuras terroríficas, laberintos de burocracia, y transformaciones místicas.
“…parece como si se tratase de la presentación de acontecimientos o situaciones de los que es protagonista el hombre Kafka y a los que el escritor Kafka ha proporcionado al mismo tiempo el carácter de la realidad literaria. Las relaciones del hombre Kafka con sus padres, sus hermanos, la actitud personal frente a la propia profesión (...), la insatisfacción que le invade, la realidad de la institución familiar, la incapacidad y al mismo tiempo necesidad de una vida matrimonial, el desgarramiento profundo de una existencia sin satisfacciones, los miedos y temores ante la propia vida y todos sus componentes, el miedo a la soledad pero al mismo tiempo la necesidad de la misma, la inseguridad vital, el miedo al contacto sexual, el miedo al poder proceda de donde proceda, etc., son todos ellos componentes de la obra de Kafka que encuentran un cierto paralelismo en su vida…”(4)
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(1).- Cartas al Padre.
Editado por elaleph.com
2000 – Copyright www.elaleph.com
Todos los Derechos Reservados
Pp.- 06.
Nota complementaria.- “Carta al padre”
(en alemán Brief an den Vater) es el nombre dado comúnmente a la carta que
Franz Kafka escribió a su padre Hermann en noviembre de 1919, criticándolo por
su conducta emocionalmente abusiva e hipócrita hacia él. La misma fue publicada
(al igual que la mayoría de los escritos de Kafka) póstumamente, en 1952.
(2).- El Proceso.
Cap. 10, El Comerciante Block K Renuncia
al Abogado.
www.PDF2012.blogspot.com
Pp. 105.
Nota complementaria.- “El proceso”
(título original alemán: Der Prozess) es una novela inacabada de Franz Kafka,
publicada de manera póstuma en 1925 por Max Brod, basándose en el manuscrito
inconcluso de Kafka.
(3).-
El Castillo.
Cap,
15, Con Amalia.
Pp.-
133.
Nota complementaria.- “El castillo”
(Das Schloß) es una novela del escritor austrohúngaro Franz Kafka (1883-1924).
Publicada póstumamente en 1926, se trata de una obra inconclusa que Kafka había
empezado a escribir en enero de 1922.
(4).- Acosta, Luis, «Introducción» a
su edición de Franz Kafka, El castillo, Cátedra, Madrid, 1998, págs. 7-118.
Audio libroBiografía en video
http://www.youtube.com/watch?v=QUEFFgbj8AQ&list=PLi9LOybsrScU33n1MOgh8Xmp0fxgWPpem&index=1
(*).- Las imágenes, fotografías y vídeos usados en esta reseña son propiedad de sus respectivos autores.
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