martes, 24 de septiembre de 2019

IMAGINAR LO INVISIBLE

MISIÓN Y UTOPÍA JESUITA EN EL PERÚ

"Unión de la descendencia imperial incaica con la Casa reducida". Anónimo, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 178 x 171 cm.
Museo Pedro de Osma. Lima, Perú.





"San Ignacio y las virtudes". Anónimo, siglo XVII. Óleo sobre tela, 217 x 157 cm.
Casa Goyoneche. Lima, Perú.






IMAGINAR LA UTOPÍA

"Desde un inicio los jesuitas llegados al Perú tenían claro que su misión era en las "fronteras de la fe", es decir, en las poblaciones más alejadas de la fe cristiana y en situación de marginalidad. Por ello iniciaron las llamadas "misiones volantes", que permitían explorar continuamente los distintos territorios cuya geografía impedía el recorrido en cortos periodos de tiempo. Así fueron estableciendo "residencias temporales", que fueron la base de futuros Colegios, desde los cuales fueron expandiendo sus misiones. Hacia el siglo XVII conocían ya muy bien las lenguas originarias de distintas regiones. Abordaron su trabajo apostólico con la clara conciencia de que, sin el buen manejo de las lenguas originarias el fruto logrado sería muy pobre..." (1)










"San Ignacio de Loyola". Anónimo, siglo XVII. Óleo sobre tela, 204 x 104.5 cm.
Iglasia de San Pedro. Lima, Perú.





"... emprendieron la edición de diccionarios y gramáticas bajo el modelo de los textos humanistas de su época. Emprendieron así un largo recorrido de comprensión de las culturas andinas, lo que les llevó a elaborar pastoral e intelectualmente, distintas fórmulas de puentes interculturales en su afán de evitar que los valores de dichas cultural no entrasen en conflicto con las creencias cristianas. De este modo participaron en la producción de una hibridación cultural que llegó a tener profundas consecuencias para la cultura del Perú. Los jesuitas estaban persuadidos de que el futuro del Perú debía ser el de una nación cristiana en la que los principales valores de las culturas hispana e inca debían de fundirse en un solo proyecto, de acuerdo con los viejos principios de los reinos cristianos de ultramar cuyos destinos habían sido también forjados en múltiples encuentros culturales." (2)





"Santa Tecla mártir". Anónimo, siglo XVII. Óleo sobre tela, 131 x 108 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.





"Catequización de Túpac Amaru I". Anónimo, siglo XVII. Grabado sobre lámina de cobre, 34 x 26 cm.
Colección Barboza-Stern. Lima, Perú.





"Virgen de la Purificación o Candelaria". Bernardo Bitti, siglo XVI. Óleo sobre lienzo, 240 x 165 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.






IMAGINAR Y CONTEMPLAR

"San Ignacio de Loyola  funda la Compañía de Jesús desde una profunda experiencia espiritual que luego sistematizó para que otros pudieran vivirla y lo hizo elaborando un conjunto de ejercicios y pautas de meditación cuya técnica fundamental fue el uso de la imaginación. En una época en la que el paradigma de la oración de origen monástica era silenciar la mente y "recogerse" (recogimiento) San Ignacio entiende que para poder configurar la vida siguiendo un modelo ideal de humanidad, que era el de Cristo, convenía enfocar la mente y todos los sentidos en la vida de Jesús..." (3)





"Árbol de la muerte y sus frutos". Anónimo, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 276 x 182.5 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.










"La oración del huerto". Bernardo Bitti, 1596-1598. Óleo sobre lienzo, 133.1 x 103 cm.
Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Lima, Perú.





"... en los Evangelios y dirigir todo pensamiento a contemplar las realidades celestiales y así ir modelando el espíritu a la imagen y semejanza del Dios encarnado. Los ejercicios espirituales del santo de Loyola conducen al practicante a "componer lugares" a "ver con la vista imaginativa", a "mirar, advertir y contemplar" y a "oír con las orejas, gustar con el gusto", distintas escenas de la vida de Jesús "la contemplación" adquiere así una dimensión corpórea y sensible que inaugura una nueva etapa en la evolución de las técnicas espirituales en la historia del cristianismo." (4)





"Cristo resucitado". Bernardo Bitti, 1603. Óleo sobre tela, 213 x 119 cm.
Iglesia de la Compañía de Jesús. Arequipa, Perú.










"Niño Jesús Huanca". Anónimo, 1605. Madera policromada, 43 x 23 x 82 cm.
Iglesia San Pedro. Lima, Perú.






IMAGINAR LA MISIÓN

"San Ignacio recomienda en la llamada "contemplación de la encarnación" imaginar la Trinidad dialogando entre sí y decidiendo hacer la redención del género humano" (EE.EE; 108). Este impulso a la acción es, a la vez, un impulso misionero cuyo modelo es la misión del redentor, Cristo. Por ello la Compañía de Jesús nace con la intención de transformar el mundo, sentido principal de la "misión", concepto fundamental para entender esta orden religiosa. Los jesuitas no son monjes sino clérigos regulares, es decir, sacerdotes que viven bajo una regla pero que no hacen vida de claustro. desde su fundación, en 1540, deciden ponerse al servicio de la iglesia católica y del papa para expandir la fe donde fuese necesario..." (5)





"Virgen del Carmen con San Simón Stock y donantes". Anónimo, siglo XVIII.
Óleo sobre tela, 200 x 145 cm.
Museo Señor de los Milagros. Lima, Perú.










"Patrocinio de la Virgen con santos jesuitas". Anónimo, 1670-1690. Óleo sobre tela, 186.5 x 135 cm.
Museo de Arte de Lima. Lima, Perú.





"... en ese movimiento misionero se les exige una rigurosa formación en las virtudes necesarias para poder soportar dificultades propias del trabajo en tierras alejadas y muchas veces inhóspitas. La misión jesuita se expande por el mundo desde sus inicios y llega al Oriente en 1546 con San Francisco Xavier, al Brasil, en 1549, con Manuel de Nóbrega y al Perú, en 1568, con Jeronimo Ruiz del Portillo, quien junto con los primeros siete jesuitas que llegaron con él fundan en Lima el Colegio Máximo San Pablo, desde donde se dirigen hacia el resto de Sudamérica. La misión fue acompañada del ideal del martirio como una posibilidad de radicalidad en la entrega a la labor de la evangelización. Imaginar la misión fue pues no solo una práctica espiritual o un ideal, sino también el núcleo mismo de la vocación jesuita." (6)





"Árbol de la vida y sus frutos". Anónimo, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 277 x 182 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.





"Santa Gertrudis, San Ignacio y San Francisco". Anónimo, siglo XVIII. Óleo sobre tela, 100 x 160 cm.
Banco de Crédito del Perú. Lima, Perú.





Grabado en madera de Jean de Cirey. Taller de Petrus Mtlinger, 1491.




"Arcángel Miguel con donante indígena". Anónimo, siglo XVII. Óleo sobre tela, 209 x 144.5 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.






"Aparición de la Virgen al Padre Francisco del Castillo". Anónimo, siglo XVIII.
Óleo sobre tela, 210 x 140 cm.
Iglesia de San Pedro. Lima, Perú.




Palabras de agradecimiento al personal de la Galería Municipal Pancho Fierro, por el apoyo para la realización de este reportaje fotográfico.



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Fotografías: son propiedad de Gino L. Ataucusi Arenas.

1, 2, 3, 4, 5, 6). Catalogo

Enlaces complementarios:

jueves, 12 de septiembre de 2019

FLOR DE MARÍA PADILLA JÁUREGUI

COMPARTIDOS SUEÑOS
(2/2)

Flor De María Padilla Jáuregui: "Niña gata - Flores rojas". Óleo sobre lienzo, 50 x 50 cm.





Flor De María Padilla Jáuregui: "La guardiana del tiempo". Óleo sobre lienzo, 55 x 65 cm.





Flor De María Padilla Jáuregui.





Flor De María Padilla Jáuregui: "Gato Galáctico". Óleo sobre lienzo, 65 x 92 cm.





Flor De María Padilla Jáuregui: "Cat girl - Black". Óleo sobre lienzo, 30 x 30 cm.






Flor De María Padilla Jáuregui: "Sueño de una tetera". Óleo sobre lienzo, 55 x 65 cm.






Flor De María Padilla Jáuregui.




Palabras de agradecimiento al personal de la galería Sala 770 , por el apoyo prestado para la realización de este reportaje fotográfico.



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Fotografías: son propiedad de Gino L. Ataucusi Arenas.

Enlace relacionado:

Enlaces de interés:

jueves, 5 de septiembre de 2019

HERENCIAS Y TRADICIONES

COLECCIÓN DE ARTE POPULAR
Museo de Arte de San Marcos
(2/3)

LEÓN. Piedra de Huamanga tallada y policromada. Ayacucho, siglo XIX. 8.6 x 10.4 x 4.5 cm.





Hilario y Georgina Mendivil: "San Isidro Labrador". Cusco siglo XX. Pasta, madera y
tela encolada policromada, 36 x 18 x 29 cm.




 
MUSEO DE ARTE DE SAN MARCOS


"La Universidad Nacional Mayor de San Marcos no contaba hasta 1970 con un Museo de Arte. Gracias a las gestiones del Dr. Francisco Stastny se crea el Museo de Arte e Historia(en 1996 cambia su denominación actual de Museo de Arte de San Marcos), con el objetivo de albergar y difundir el patrimonio histórico-artístico que pertenecía a la Universidad. A esta iniciativa, se suma la generosa donación de obras que realiza la artista Alicia Bustamante que junto a su hermana celia, reunieron una importante colección de piezas del arte tradicional peruano. Después , en 1974, el historiador Pablo Macera sigue este ejemplo con la donación de parte de su colección al Museo.

La colección comprende obras de diversas zonas: Cuzco, Puno, Ayacucho, Junín, Huancavelica, Lambayeque, Amazonas, por nombrar algunas. Desde el aspecto de los materiales, aproximadamente el 50% está conformada por cerámica utilitaria y escultórica; en cantidades menores están los de madera y en combinación con otros materiales como la pasta o la tela encolada, le sigue los mates, y en menor porcentaje otras piezas de técnicas variadas como la piedra de Huamanga, la piedra berenguela, la hojalata, los textiles, el cuero o la fibra vegetal.

En la presente exposición, el Museo de Arte de San Marcos presenta parte de este abanico de expresiones como ejemplo de la pluralidad de las costumbres tradicionales que, en las primera décadas del siglo XX, saldrían del olvido y casi desaparición gracias a la acción de artistas e intelectuales indigenistas como José Sabogal, José María ArguedasJosé Carlos Mariátegui y Alicia BUstamante, por mencionar solo algunos. Es gracias a este interés y un novedoso espíritu coleccionista que la UNMSM se convierte en la heredera del arte tradicional que se produjo durante la centuria pasada." (1)
              




Chúa (Plato). TORO. Cusco, siglo XX. Cerámica torneada, pintada y vidriada, 6.7 x 20.7 Ø





TORO. Ayacucho, siglo XX. Cerámica modelada y engobada, 18 x 9 x 21.1 cm.





Silvia Beatriz Suárez moncada: "Joaquín López Antay", 1975.




      
JOAQUÍN LÓPEZ ANTAY
(Ayacucho, Perú, 23 de agosto de 19897 - Ayacucho, Perú, 28 de mayo de 1981)

"Nació en la ciudad de Ayacucho el 23 de agosto de 1897, en el seno de una familia de artesanos. Su padre fue Mariano López y su madre Eduarda Antay, y sus abuelos maternos Manuela Momediano y Esteban Antay, artistas imagineros, que tuvieron un taller en el cual confeccionaban los típicos cajones San Marcos, baúles, cruces y pastawawas. Fue ahí donde el joven Joaquín se formó como imaginero. Como sostiene el historiador Pablo Macera, su obra se caracterizó por su capacidad de síntesis compositiva y de color, y por incorporar temas costumbristas en el cajón San Marcos. El maestro Joaquín López Antay fue estudiado y promocionado inicialmente por artistas e intelectuales indigenistas, como Alicia Bustamante y José María Arguedas, quien a pesar de su postura conservadora, empezó a destacar su obra en sus transformaciones creativas, plenas de esencia etnográfica.

El gobierno de Juan Velasco Alvarado -que a inicios de la década de 1970 había potenciado la cultura, en particular la popular-, fundó el Instituto Nacional de Cultura, que más tarde gestó el Premio Nacional de Fomento a la Cultura, el cual le fue otorgado a don Joaquín López Antay en el área de arte. Este reconocimiento, entregado en ceremonia pública el 7 enero de 1976, generó la protesta de un grupo de artistas ortodoxos que no concebían que la obra de un artista popular tradicional quechua-hablante tuviera más valor que el Arte con mayúsculas, generando un debate entre arte popular y arte culto. Desde entonces, la figura de don Joaquín López Antay se ha convertido en un símbolo emblemático del arte tradicional peruano, pues no solo ganó fama y reconocimiento oficial, sino que su trascendencia como artista popular regional alcanzó otra dimensión, convirtiéndose en un paradigma para el resto de sus colegas. Tras alcanzar la realización artística, don Joaquín López Antay permaneció en su tierra natal hasta la hora de su partida, el 28 de mayo de 1981." (*)





Leoncio Tineo: Silbatos. Ayacucho, siglo XX. Cerámica modelada y engobada.





Hilario Y georgina Mendívil: "Reyes magos " (2/3). Siglo XX
Pasta, madera y tela encolada policromada.



      

PIEDRA DE HUAMANGA

"La piedra de Huamanga fue usada desde finales del siglo XVII y, probablemente, los primeros en realizar tallas en este material fueron artífices europeos. De forma similar a otras expresiones artísticas, fue la iconografía religiosa durante el virreinato, la que inspiró a los maestros artesanos en la producción de imágenes en relieve o bulto de temas de la religión católica, realizados bajo los preceptos moralistas y catequizadores de este periodo. Así mismo, se elaboraron diversidad de figuras que vinieron a reemplazar a la ornamentación en porcelana; entre ellas escenas galantes, imágenes alegóricas de los continentes, bodegones y escenas de la vida cotidiana enriquecieron el programa de imágenes camino a tiempos independentistas.

El paso del virreinato a la república enriqueció los temas alegóricos, toma fuerza la figura del león representando el poder imperialista. Una serie de imágenes fueron creadas en clara disputa de ideales, aquel que defendía el poder de la metrópoli española y aquel que impulsaba los ideales libertarios. Pasada la independencia, la imagen de la vicuña sobre el león tendría gran acogida como representación del pueblo peruano venciendo al poder español. Así mismo, alegorías de la patria (mujer abrazando a la vicuña) fueron realizadas con el propósito de alimentar el espíritu de la joven república." (2)





Mate burilado y pirograbado. Junín, 1958. 6 x 25.5 Ø





Descendimiento. Ayacucho, siglo XIX. piedra de Huaman tallada
y policromada, 18.3 x 12.3 x 3.3 cm.





Silvia Beatriz Suárez Moncada: "Delia Poma Osores". 1975.




DELIA MARÍA POMA OSORES
(Junín, Perú. 15 de agosto de 1956)

"Artesana perteneciente a la Comunidad Campesina de Cochas Grande en Huancayo - Junín. Sus padres se dedicaron al tejido de tela de callhua elaborando mantas matizadas y también mates burilados. Delia, por motivos económicos se inició en la artesanía con el bordado a mano de polleras y talqueado cuando tenía sólo once años. En 1968 empezó a ayudar a su hermana Herayda en el burilado de mates, arte al que se dedicó por completo a partir de 1970. Cuantro años después ganó el Concurso Regional de Mates Burilados, lo que le permitió representar a su región a nivel nacional en INKARRI 1974. A partir de ahí y gracias a su esfuerzo y dedicación ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales, y reconocimientos como maestra artesana.

En 1976 se casó con Ciro Núñez Hospino con quien tuvo tres hijos Elvis, Etson y Delia Consuelo. La pareja unió esfuerzos y empezó a trabajar en equipo: Delia se dedicó a preparar piezas tradicionales, únicas y de colección, mientras Ciro elaboraba piezas comerciales, las cuales servían para mantener a la familia. Actualmente participan en concursos, ferias y otros eventos que les permita comercializar sus obras directamente tanto al interior como al exterior del país. Delia tiene como objetivo dar a conocer al mundo las costumbres y tradiciones de su región a través de cada una de estas piezas; así como, preservar este arte tradicional. Por eso se dedica a enseñar a su familia y a la comunidad en general lo que ha aprendido en sus más de 40 años de actividad. También cuenta con una tienda en la que ofrece sus productos llamada la Casa del Artesano ubicada en el centro de Huancayo." (*)





Iglesia. Ayacucho, 1950. Cerámica modelada y engobada.
28.5 x 14.6 x 13.5 cm.










Hilario y Georgina Mendívil: "Medallón de VIrgen con el niño". Cusco, siglo XX. Madera
y pasta pintada, 40.7 x 28.2 x 14.7 cm.





    

CALABAZA - MATE BURILADO

"Calabaza o lagenaria vulgaris, es el vegetal que después de un proceso de limpieza y secado se utilizará en la fabricación de los mates decorados, que pueden ser burilados y/o pirograbados (Junín, Ayacucho, y Huancavelica); y también pintados al acido (Lambayeque). Conforma una de las expresiones populares de más antigüedad, pues, precede a la utilización de la cerámica como objeto utilitario. Se advierte su presencia en culturas prehispánicas como Paracas, Nasca, Chimú, Chancay e Inca, con diversa decoración; diseños incisos, incrustaciones de piedras o conchas y policromías. En época virreinal, la aplicación de plata en los mates se convertiría en una practica que duraría hasta mediados del siglo XIX.

Los cambios sociales y económicos por el nacimiento de la república, ofrecieron a los artífices nuevos temas que plasmar en los mates; a la flora, fauna, paisajes, festividades y escenas de la vida común se sumaron temas históricos o hechos heroicos que enriquecían el corpus iconográfico. Así mismo, la decoración, la decoración se circunscribió al trabajo en el mismo material sin adhesión de otros elementos. Por otro lado, las piezas de cuero que integran la colección del Museo de Arte de San Marcos son, en su mayoría, vasos con decoración incisa. Conocidos también por el vocablo quechua Wampar, estos cuernos se realizaron con una técnica y motivos de decoración similar al de los mates burilados." (3)










Silvia Beatriz Suárez Moncada: "Jesús Urbano Rojas". 1975.






 JESÚS URBANO ROJAS
(Ayacucho, Perú. 1947 - 2014)

"Desde niño ayudó a su padre en la siembra y cosecha de los productos de la región. En sus horas de descanso se dedicaban a hacer tejas y ollas de barro. Viajó a Huamanga, donde Don Joaquín López Antay lo adiestró con suma rigurosidad en el arte de la imaginería y le enseño a hacer retablos. Urbano abrió su propio taller. Paralelamente tuvo que dedicarse también al arriaje y aprovechó las rutas largas para comercializar sus retablos. Al poco tiempo, empezó a realizar exposiciones en el Perú y el extranjero. Fundó una escuela de artesanía con la finalidad de enseñar a niños, jóvenes y adultos a obtener recursos económicos a través de siete especialidades del arte popular: Retablo, cerámica, tallado en piedra de Huamanga, telar ayacuchano, burilado en mate, talabartería y cerería.

Actualmente el retablo es parte del sustento de muchas familias y el maestro Jesús Urbano es el más destacado de los retablistas vivos y uno de los más importantes exponentes del arte tradicional peruano y además, contribuye permanentemente a la difusión masiva del arte tradicional. Sus obras, piezas únicas hechas a mano con productos naturales sin utilizar maquinarias ni moldes, se exhiben en museos y galerías nacionales e internacionales. Jesús Urbano es el artista popular más premiado. Por su aporte a la comunidad ha obtenido la máxima condecoración que el Gobierno del Perú otorga a los ciudadanos que han destacado: La Orden del Sol en el grado de Caballero; además, ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Mayor De San Marcos y Máster en Pomona Estados Unidos. Ha sido reconocido como Maestro de la Artesanía Peruana en 1993 y con el Premio Joaquín López Antay en el año 2008." (*)





Cántaro antropomorfo femenino. Siglo XX. Amazonia, etnia Shipibo -Conibo.
37.8 x 23.7 x 19.4 cm.





Chúa (Plato). HOJAS. Puno, siglo XX. Cerámica torneada, pintada y vidriada, 5.5 x 17 Ø







CERÁMICA

"El conocimiento sobre la arcilla y sus posibilidades plásticas, han sido un común denominador en la historia de la humanidad y su descubrimiento evidencia el desarrollo y complejidad que alcanzaron las sociedades antiguas. La tradición de la cerámica en el Perú da cuenta de las técnicas de manufactura conocidas desde épocas precolombinas, pero también de herramientas y técnicas (torno) que llegaron con los españoles. De cualquier forma, la cerámica se manifiesta en sus usos tanto utilitarios como escultóricos; desde una necesidad lúdica están presentes los silbatos, figuras de animales, músicos y una diversidad de estatuillas que resaltan la vida cotidiana.

Desde la necesidad de creencia religiosa y/o ritual se tienen piezas como las iglesias , las conopas en forma de animales y las pacchas. Desde el uso doméstico, diversos utensilios como ollas, jarras o platos se realizan hasta nuestros días en todas las regiones del Perú, con las variantes regionales en modelos y técnicas. En ese sentido, algunos artistas que han destacado por su originalidad son Leoncio Tineo (Ayacucho), Edilberto Merida (Cusco), e Isaac Baldeón (Ayacucho) entre otros.

Un motivo interesante que no podemos dejar de mencionar es la del toro, cuya presencia es el imaginario popular es más que significativo. El vacuno formó parte de las nuevas especies que reemplazaron el pastoreo de ganado auquénido como la llama o la alpaca, transformando de manera sustancias la economía. Además, su apariencia, fuerza y nobleza, dieron pie a la transformación de formas sagradas como el amaru. Desde ahí, se puede tener idea sobre el progresivo cambio de la imagen o del felino hacia la del toro en nuestras expresiones plásticas tradicionales." (4)





Hilario y Georgina Mendívil: "Virgen de la leche". Cusco, siglo XX. Maguey, pasta,
tela encolada y policromada.





Azucarero con escena de la Plaza de Huanta. Ayacucho, siglo XX. Mate burilado, 22.2 x 21 Ø





Óscar Fernández: "Hilario Mendívil Velasco", 1988.






HILARIO MENDIVIL VELASCO
(Cusco, Perú. 1929 - 1977)

"Hilario Mendivil nació en el Cusco en 1927 y desarrolló un estilo de imaginería original, inspirándose en el entorno, tomando como modelos a personajes religiosos, en particular de la tradición católica campesina como son las Vírgenes, la Sagrada Familia, los Reyes Magos, Santiago Apóstol y San Isidro Labrador, entre otros. Utilizó como materia prima yeso artesanal, mezclado con harina de trigo y cola natural hecha de patas de vacunos. Tanto él como su hija, han insistido siempre en que para ese trabajo no se debe usar cola sintética, sino natural. Desde el comienzo de su carrera, Mendívil dio a sus personajes unos cuellos largos muy particulares, que recuerdan aquellos de los camélidos andinos y que la tradición ha llamado “kunkay” o Llama Kunka, del quechua kunka, cuello.

Si bien inicialmente incomprendido, Mendívil insistió en su arte y tuvo la fortuna de contar con el reconocimiento y apoyo de personas de gran valía, como José María Arguedas, quien lo conoció a él y su arte durante una de sus visitas al Cusco dando inicio a lo que sería una larga amistad. La señora Alicia Bustamante, quien en un viaje al Cusco por motivos familiares, encontró unas piezas de Mendívil en una tienda y que de inmediato movieron su refinada sensibilidad. Ante la negativa la dueña de la tienda, quien no pudo o no quiso decirle quién era el artista o donde encontrarlo, la señora Bustamante lo buscó hasta que lo pudo contactar en San Blas y que luego de hacerle unos encargos para confirmar que era efectivamente al autor de las piezas que la habían impresionado inicialmente, le ofreció a Hilario y a su esposa Georgina su casa en Lima.


Las hermanas Alicia y Celia Bustamante tenían una peña llamada “Pancho Fierro” en la plazuela de San Agustín, en la que se reunían los artistas e intelectuales de la época y donde muchas veces se exhibían las obras de estos y otros artistas. Desde la peña y con el concurso de los asiduos a las tertulias, la obra de Mendívil fue haciéndose conocida en Lima y otros lugares. Otra persona que jugó un importante papel en el conocimiento de la obra de Mendívil fue la señora Doris Gibson. La señora Gibson se enamoró de la obra de Hilario y fue adquiriendo piezas hasta formar una importante colección de personajes, así como de conjuntos procesionales a lo largo de los años. Esta colección fue posteriormente donada al Instituto Riva Agüero y hoy conforma la parte central del Museo de Artes y Tradiciones Populares. Ha sido merecedor de premios importantes en honor a su destacada trayectoria, entre ellos el de Gran Maestro del Arte Popular. Trabajó junto a su esposa Georgina Dueñas en la realización de sus motivos religiosos y sus hijos son ahora los continuadores de esta tradición." (*)





Máscara de Jamilli. Junín, siglo XX. Malla de alambre moldeada, hojalata pintada y cabello.
18.2 x 14.7 x 11.2 cm.











CERÁMICA VIDRIADA

"La cerámica vidriada en utensilios como las chuas (platos) señalan el vestigio de técnicas europeas, como el uso del torno y el horno cerrado en la manufactura, el engobe y vidriado en la decoración de diversos objetos utilitarios y rituales que buscan reemplazar la importación de loza europea y asiática. La producción de la cerámica enlozada fue común en el periodo del virreinato y se produjo desde la zona sur andina hasta el norte del Perú." (5)





Cruz de Santiago. Huancavelica, siglo XX. Madera y pasta policromada, 26.5 x 17.7 x 10 cm.





Apajata (Jarra matrimonial). Puno, siglo XX. Cerámica modelada, engobada y vidriada, 18 x 18 x 21 cm.






MÁSCARAS

"Las máscaras que conserva el Museo de Arte de San Marcos pertenecen al danzas tradicionales andinas, las cuales son parte importante de festividades como las fiestas patronales o carnavales. En ese medio festivo, las máscaras forman parte importante de la vestimenta y adoptan características de diversos y variados personajes. Arturo Jiménez Borja hace referencia al impacto que causó en los indigenas la llegada de gente negra con la conquista española, esto dio como resultado la inclusión del "Negro" en diversas danzas cuyos interpretes llevan máscaras de negros.


Desde luego, el tipo europeo también fue tomado para máscaras al igual que otros personajes que iban siendo creados a propósito de hitos históricos como la guerra con Chile, enfrentamientos, etc, Con el correr de los años, las características formales de muchas danzas andinas han experimentado variaciones, evidencias de ello son los materiales usados para la elaboración de las máscaras, los originarios son reemplazados por productos de costos más bajos y de rápida adquisición. Así mismo, sus diseños y motivos evolucionan en consonancia con las nuevas modas y a exigencias de los consumidores." (6)





Archivo centro Universitario de Folklore UNMSM: "Chonginada" (Junín), Lima, 2011.




Palabras de agradecimiento al personal del Museo de Arte de San Marcos, por el apoyo prestado para la realización de este reportaje fotográfico.



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Fotografías: son propiedad de Gino L. Ataucusi Arenas

1, 2, 3, 4, 5, 6). Catalogo de exposición

(*). Biografías:

Nota: las obras fotográficas presentes en la exposición, son propiedad de sus respectivos autores.

Enlaces complementarios:
HERENCIAS Y TRADICIONES (1)